Para muchos la navidad es una época de alegría y felicidad. Celebramos con nuestros seres queridos, comemos nuestra rica comida típica navideña, cantamos, bebemos y no importa si esta la pandemia o no, la parranda llega, aunque sea por video en whatsapp. Los niños esperan el 25 de diciembre con ansias para que llegue “Santa Closs” y le deje los regalitos. Aquí en P.R no hay chimeneas así que los padres le abrimos la puerta cuando los niños se duermen. Hacemos todos los esfuerzos para poder pasar una ¡FELIZ NAVIDAD!
Luego llega el gran día, llega la navidad. Los niños reciben sus regalos, y los adultos tratamos de sorprender a nuestra pareja y familiares con detallitos para no perder la costumbre.
Ya en la tarde del 25 comienzan los preparativos para despedir el año. Pura fiesta con música, comidas, fuegos artificiales, el desorden que nos caracteriza como puertorriqueños, las mismas resoluciones “nuevas” que nunca cumplimos, las llamadas a los familiares que se llaman cuando se acaba el año y luego del conteo regresivo, cuando se llega al uno celebramos y comenzamos a sentir que se quedaron los problemas de ese año atrás tan pronto dan las 12. Año nuevo, nuevo yo.
Después de descansar comenzamos a limpiar y empezamos a recoger el pastito para los camellos de los tres reyes magos le rellenamos el arbolito, pero esta vez con menos entusiasmo, porque después de Reyes la gran mayoría regresa a trabajar. Los niños celebran el 6 de enero y los padres nos ponemos triste porque ya es inevitable que llegue el 7 de enero. Se acabaron las vacaciones. Pues ni modo, nos ponemos al día con los compañeros y a trabajar.
Pero no vemos la otra parte que también es “normal”. Al mismo tiempo, están las personas que acaban de perder un familiar, una pareja, un(a) hijo(a) en plena época navideña. O esta es su primera navidad sin ese ser querido y les trae muchos recuerdos y dolor, confusión en la vida de porque pasaron esas situaciones que ahora les deja un vacío inmenso en una época que es para ser “felices”.
No ponemos en perspectiva cuan impactante es esta época emocionalmente, muchos padres pobres que no tienen que regalarles a sus hijos, la presión social es inmensa, todo es fiesta y consumo, pero en ningún momento normalizamos el hablar de la otra parte, de la triste navidad.
La triste navidad que te trae recuerdos de que ese ser querido ya no está, o que por no cumplir con la presión social una y otra vez te sientes que no lo haces bien, que no vales. Esas peleas entre padres y madres separados, divorciados o en una relación de maltrato, que lo único que hacen es herirse y menospreciar el esfuerzo que puedas hacer. Esos hogares donde el amor no es suficiente sin lo material. Cuando se deja que la violencia y la discusión sea la base de comunicación. Esto abruma a cualquiera.
Esa cruda realidad que te frustra porque o te endeudas para que tus hijos no vean la realidad económica que vivimos o sentimos que fallamos por no poder cumplir con la presión social. Se convierte en una competencia social, que padre o madre regala mejor, que familiar te quiere más si gasta más. Juzgamos a los que no pueden regalar y juzgamos al que puede regalar porque se exagera. Es una época realmente tensa.
Vemos como se disparan los casos de maltratos a menores, violencia de género, suicidios, depresiones, pero a la vez no promovemos o mas bien normalizamos que lo que es una Feliz Navidad para algunos es una Triste Navidad para otros. Seamos empáticos, hay que promover la Salud Mental.
Hay personas que vemos como vecinos, compañeros, algún empleado de un lugar que frecuentamos, que cargan una inmensa pena ya que estén pasando una triste navidad y tal vez la afronten solo. Evitamos hablar del tema para que no se nos dañe nuestra navidad, pero la navidad se trata de no tan solo de alegría, también se trata de solidaridad.
Busquemos alternativas para ayudar a los demás, hay sitios que, en los municipios, como Carolina, por ejemplo, que hacen actividades de entrega de regalos para las personas de escasos recursos y para las que tienen también. Fundaciones como la de GOOD BUNNY, que regala también en actividades bajo la misma causa y muchas otras entidades. Uno piensa que no hay alternativa cuando esta ahogado en problemas y no tiene destrezas para manejarlas. Los que están “bien” asumen que todo al estar accesible que al ser regalado no hay razon de sentirse así.
A veces los problemas abruman tanto que, aunque tengan la solución de frente no la ven. Se necesita ayuda para resolver el problema y entender que se puede salir de eso. No es el fin.
En esta época aumenta la depresión y el suicidio en todas las partes del mundo. En Puerto Rico, según el Departamento de Salud, durante el año 2020 se registraron un total de 167 suicidios. De los cuales 142 fueron hombres y 25 fueron mujeres. (María Isabel Coss Guzmán, 2020).
Es un hecho que los hombres son mas propensos a cometer eficientemente un suicidio comparado con las mujeres ya que los métodos que utilizan son mas agresivos y menos sutil. El hombre tiende a utilizar armas, las mujeres utilizan métodos menos agresivos como fármacos o métodos que dilatan el proceso. A esto se atribuye el que se pueda rescatar la persona luego del intento.
Una problemática es que se espera que el hombre no hable tanto y maneje mejor sus emociones. Realmente la salud mental no tiene genero y todos estamos susceptibles a tener situaciones que nos abrumen, no necesariamente una enfermedad mental, sino que las mismas experiencias que vivimos a diario nos llevan a estar en una posición que si no se atienden a tiempo pueden agravarse y llegar a controlar nuestra vida o llevarle a quitársela.
Señales comunes de alguien que pueda estar considerando suicidarse pueden ser:
· Expresar deseos de morir
· Sentirse que son carga para otros
· Sentirse vacíos y/o no tener razón para vivir
· Hacer un plan para morir o quitarse la vida
· Buscar métodos para quitarse la vida
· Uso de sustancias y alcohol a niveles que pueden provocar daños inmediatos
Entre otras señales, ya si la persona esta en este punto debe tener una intervención profesional.
Si usted se encuentra en riesgo de hacerse daño o hacerle daño a otro debe comunicarse al 911, o a la línea PAS ASSMCA 1-800-981-0023(Línea de Prevención de suicidio), ir a un hospital psiquiátrico directamente para una evaluación acerca de la situación. Puede ser voluntaria su visita. Una vez vaya al hospital psiquiátrico puede sacar una cita de seguimiento con su proveedor de servicios de Salud Mental preferido.
Si no tiene uno puede hacer una cita a través de la pagina web Servicios en Linea de Consejería y Salud Mental | Vida Balanceada | Puerto Rico (vidabalanceadapr.com)
No dejes que siga la triste navidad dominando esta época, busca ayuda y da el primer paso para retomar el control de tu vida. No tienes que enfrentar los problemas solo.
Referencia o Lecturas de Interés
María Isabel Coss Guzmán, P. N. (2020). Informe Anual de Suicidios en Puerto Rico. Comision para la Prevencion de Suicidio, Departamento de Salud.
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